lunes, 27 de julio de 2015

REFORMA DE LA SALUD – CARTA A LA POBLACIÓN



Desde hace ya muchos años el público oye o lee sobre la necesidad de reformar la salud en el Perú. A pesar de lo imperioso para llevarla a cabo, los gobiernos de turno no han logrado tal objetivo y la prensa continúa abordando el tema, casi siempre en forma incompleta y superficial. Ergo, la gente no encuentra contestación a dos preguntas simples, pero fundamentales: ¿Por qué debe hacerse? y ¿Cómo realizarla?

¿POR QUÉ DEBE HACERSE?

El sector salud continúa muy atrasado. Según el prestigioso World Economic Forum, ocupamos el puesto 94 de 144 países. La organización del sector es anacrónica y se resiste a cambios institucionales modernos. La atención es de pobre calidad, afirman recientes encuestas poblacionales. 40% de peruanos carecen de seguro médico. Finalmente, el Reporte 2014 de la Organización Mundial de la Salud, nos asigna pobres indicadores de salud, que comparados con los de 21 países latinoamericanos, usualmente nos ubican en el tercio inferior.

¿CÓMO REALIZARLA?

Esta propuesta venimos presentando hace una década, pero es actualizada anualmente.

A fines del siglo XX ya se hablaba de los sistemas de salud como el conjunto de organizaciones, instituciones y recursos encaminados a mejorar la salud de las personas; también se identificaban sus tres principales componentes, financiamiento, gestión y atención. La reforma de la salud es un proceso largo y costoso que comprende al Estado, instituciones, gremios y profesionales del sector. Los beneficiados deben ser todos los peruanos, sin distinción de sexo, raza o condición socio-económica. La brevedad de los gobiernos de turno motiva frecuentes improvisaciones y fraccionamiento operacional, lo cual impide completar este proceso. Esta es una tarea donde la consulta popular no requiere legislación alguna, ya que un pueblo informado es de suma importancia. El siguiente sumario está desarrollado en un libro digital de acceso libre, con 158 páginas y 117 referencias bibliográficas. (FuenteReforma de la Salud en el Perú: Cómo hacerla para la Próxima Generación - Jorge E. Uceda, 2015)

Adecuación legal

La ley 27813 creó en 2002 el Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de Salud, pero su objetivo nunca se cumplió. Las instituciones siguen tan fragmentadas como antes: el Ministerio de Salud funciona separada de EsSalud, que depende del Ministerio de Trabajo y las sanidades militares obedecen al Ministerio de Defensa. Ahora, algunos gobiernos regionales proponen independizarse en salud. La clave es y será el financiamiento del sistema.

Plan Nacional de Agua y Saneamiento

13% de peruanos carecen de agua potable y 27% no tienen alcantarillado. El cambio de gobiernos es un factor determinante de la debilidad institucional y financiera de este sector. Como hay falta de incentivos, ineficiencia y corrupción en las empresas públicas, hay que decidir entre privatización o concesiones a largo plazo (20-30 años). Se deben conservar las cuencas, promoviendo la forestación en zonas alto-andinas. La planificación de los cauces de los ríos es necesaria para recargar las napas freáticas. Sin agua y saneamiento no se puede tener salud. Se ha estimado en diez mil millones de dólares la inversión necesaria para solucionar este problema durante la próxima década.

Reforma de la educación médica

Este debe ser el paso inicial, como siguieron los norteamericanos hace un siglo, cuando su educación médica se había convertido en un negociado que funcionaba a espaldas de la población. Ello, salvo honrosas excepciones, ocurre hoy en el Perú. Hay demasiadas escuelas médicas, los egresados no pueden encontrar trabajo y muchos emigran. Se estima que 3500 alumnos se graduaron en 2014. Lo peor es que no hay indicadores de sus competencias. A diferencia de países avanzados, aquí no se toman exámenes de licenciatura, el carnet del Colegio Médico es todo lo que se necesita para practicar medicina.

La dolorosa solución consiste en: 1. Crear un moderno sistema de acreditación. 2. Establecer un examen de licenciatura médica. La acreditación debe ser externa (presidida por un pedagogo no médico) y por un organismo autónomo, ciertamente independiente de un ministerio del gobierno. La licenciatura se otorgará mediante exigente examen y solo entre graduados de escuelas médicas acreditadas. Esta función será administrada por otro organismo autónomo e independiente, un Directorio Nacional de Examinadores Médicos. El examen sería obligatorio para las últimas diez promociones y opcional pero encarecida para el resto de los médicos.

Finalmente, debe promoverse la enseñanza de Medicina Familiar y Medicina Comunitaria en el Perú.

Reforma del ejercicio profesional

A los médicos con licencia para ejercer, debemos sumar especialistas con el debido entrenamiento y certificación.

Nadie duda de la existencia de buenos profesionales de la salud en el Perú, pero también es evidente que su labor no goza del reconocimiento que se le otorga en otros países. El problema descansa en el obsoleto sistema que se emplea para regular el ejercicio profesional. La gestión gremial (del Colegio Médico) no puede también encargarse de gestiones educativas de post grado y menos otorgar certificación. El mundo moderno reclama la aparición de Entes Rectores para cada especialidad.

Se debe crear el Directorio Nacional de Especialidades Médicas. Cada especialidad tendrá su directorio, que se convertirá en el ente rector que asegure una atención de calidad a la población, evaluando y aprobando su respectivo programa de entrenamiento y administrando al final un exigente examen oral y escrito, a fin de otorgar los certificados correspondientes.

La atención en hospitales debe tener también su ente rector para ejercer un control especializado. Se debe crear un Comité de Acreditación de Hospitales, formado por ejecutivos con amplia experiencia en salud pública, manejo financiero, calidad de atención médica, seguridad del paciente, resultados basados en evidencias e informática. Debe contar con el apoyo del Colegio Médico, Minsa, EsSalud, sanidades militares y las diversas asociaciones de hospitales en el país. Las Clínicas o Empresas Prestadoras de Salud también deben ser acreditadas mediante este mecanismo.

El gobierno considera que inversiones millonarias en hospitales es hacer reforma. Sorprendentemente, esta ruta es elogiada por cierta prensa de circulación nacional. La actividad hospitalaria es generalmente mediocre. No hay seguimiento ni reportes a corto o mediano y largo plazos. La población es frecuentemente tratada despectivamente y las quejas son cotidianas. Una documentación seria de morbilidad y mortalidad no es conocida por las autoridades de salud. Lejos estamos del Programa Nacional Para Mejorar la Calidad de la Cirugía del Colegio Americano de Cirujanos (ACS-NSQIP por sus siglas en inglés) que comenzó en 1991 y que desde 2005 se ha extendido a más de 400 instituciones, incluyendo a 29 hospitales de niños desde 2008. Como consecuencia de estos innovadores programas hoy se estima que, anualmente, cada hospital previene 250-500 complicaciones, salva 12-36 vidas y reduce sus costos en millones de dólares.

Solo cuando el ejercicio profesional médico se organice alrededor de los Directorios mencionados, el público en general podrá recibir una verdadera atención de calidad.

Reforma de la Atención del Primer Nivel de Salud

Esta implica al 80% de afecciones que motivan una consulta médica inicial y que de ninguna manera se deben atender en hospitales, sino en Postas Médicas o Clínicas de Barrio. Idealmente, estas consultas iniciales deben ser atendidas por especialistas en Medicina Familiar o Medicina Comunitaria, cuya enseñanza en el Perú prácticamente no existe. Lo usual es que la universidad forma médicos para trabajar en hospitales.

La Organización Mundial de la Salud se ha expresado claramente contra gobiernos que envían cuadros inexpertos a los pobres de sus países. El SERUM (Servicio Rural Marginal) que utiliza a médicos recién graduados, debe progresivamente dar paso a las especialidades mencionadas. La obligación del graduado de cumplir con el servicio rural antes de ingresar a estudios de post grado es obsoleta y tiene que eliminarse.

La mayor inversión inicial en Salud debería emplearse en promover y equipar los puestos de atención del primer nivel de salud en el país, dotándoles de los instrumentos y maquinaria indispensables para atender adecuadamente a los ciudadanos. Los especialistas que trabajen fuera de la capital deben ser incentivados con sueldos 30% mayores. Los médicos comunitarios pueden también encargarse de los albergues de enfermos por drogas, alcoholismo y niños abandonados. Estos enfermos sociales deben ser atendidos profesionalmente.

Aseguramiento Universal

40% de peruanos no tienen cobertura de salud. En 2007, Chile y Colombia proveían aseguramiento a 96 y 88% de sus respectivas poblaciones. Necesitamos un estudio financiero por economistas al más alto nivel, ciertamente independiente de compromisos políticos o gubernamentales, para abordar esta difícil temática sin demagogia e improvisación. Empero, creemos que el gobierno debería interesar a fundaciones internacionales para sufragar esta enorme tarea.

Finalmente, es necesario reducir progresivamente nuestra agobiante informalidad.

Acceso universal a medicamentos genéricos de calidad

Por ahora, los genéricos son prioridad. Las empresas farmacéuticas pueden y deben contribuir al abaratamiento de las medicinas. Las compras deben hacerse por una entidad especializada no gubernamental, con personal de probada honradez y eficiencia. La receta médica debe ser obligatoria para la venta de fármacos esenciales. Hay que continuar la lucha contra la mafia de medicamentos falsificados. El control de calidad de medicinas importadas debe realizarse en el Perú.



El autor de este planteamiento de reforma no tiene aspiraciones económicas o políticas. Su compromiso es con el Perú profundo y la juventud estudiosa. El sistema de salud peruano deja mucho que desear. Nuestra brecha científica con el mundo desarrollado crece anualmente a pesar del esfuerzo de tantos buenos trabajadores de la salud que laboran en el país. Un proceso de cambios requiere de profesionales al más alto nivel así como la fuerza propulsora de un pueblo escrupulosamente informado.


Jorge E. Uceda del Campo
Miraflores, Julio 2015

martes, 19 de mayo de 2015

LOS PUSILÁNIMES EN SU LABERINTO


LOS PUSILÁNIMES EN SU LABERINTO

Sí, me refiero a nosotros, los peruanos. ¿Acaso no elegimos al “presidente de todos los peruanos” allá por el 2011? Y lo hicimos por apocados, temerosos, flojos, desanimados, es decir, pusilánimes, como lo describe la Academia de la Lengua. Todos sabíamos que la torpeza y ambición de tres candidatos le habían dado la oportunidad al antisistema, sostenido por los petrodólares del destructor de Venezuela. Estos ilegales aportes pasaron por encima de nuestro timorato poder electoral. Finalmente, 51% de los peruanos votaron en Segunda Vuelta contra la mejor opción, evidentemente la menos mala. Esto solo podía ocurrir en un país sin liderazgo, sin interés en los valores cívicos y sin la capacidad para intentar cosas grandes.

Estamos a Mayo 2015. Vivimos contando los 14 meses que faltan para que se acabe este gobierno mediocre, acéfalo, indudablemente pusilánime. Finalmente lograron que nuestro crecimiento económico se detenga. La corrupción ha ido en aumento y ahora llega a los más altos niveles institucionales. El ciudadano de a pie sufre una inseguridad nunca antes vista. Los narco-terroristas se han enseñoreado en un país desorganizado y carente de inteligencia policial. Con la excepción de unos líderes pedagogos, las reformas no levantan vuelo y no se lograrán por muchos años. El transporte capitalino y en las principales ciudades es un caos total. La inversión privada nacional y extranjera se ha retraído notablemente. Las cifras de crecimiento para el presente año continúan calculándose a la baja. La construcción ha tiempo paró de crecer. Las exportaciones cayeron 10% el 2014. La dirección de inteligencia estaba dedicada a espiar a la oposición, pero a las crecientes mafias como la junta de usuarios de riego o las de la construcción civil, nadie las toca.

Pero eso no es todo. A la pérdida del proyecto Conga, ahora los antipatria están por anotarse la caída de Tía María. Hordas de criminales mercenarios contratados por los infames comunistas del siglo XXI que pululan en nuestro suelo a vista y paciencia de un gobierno torpe e incapaz, han sembrado terror y muerte en el valle del rio Tambo, en el Departamento de Arequipa. El bloqueo ilegal de carreteras y una huelga que lleva 60 días ha causado millonarias pérdidas a la región. Los pobladores a favor del proyecto minero han sido vejados y tuvieron que ocultarse en otras tierras. Los dirigentes son los mismos que azuzaron la población en Cajamarca. Ahora ellos y sus ONG’s, que estúpidamente el gobierno permite, están planeando huelgas y protestas en todo el Sur y Centro del país. Estas son las gentes que Humala visitaba como candidato chavista, presentándose como antiminero y antisistema, lo mismo que hizo en Cajamarca y en las zonas empobrecidas de nuestro territorio. Y el pasado viernes 15 de Mayo, el inquilino de palacio tuvo el cuajo de decir que quienes se oponen a Tía María “han hecho uso de su derecho a opinar”, que la concesión del proyecto se dio en el gobierno anterior, que “el principio de autoridad que debe primar en un Estado democrático requiere que todos los poderes y actores políticos sean responsables” y finalmente, dictaminó que la Southern “genere las bases del entendimiento para acabar con las protestas en Islay”.

¿Y cuál ha sido la reacción del periodismo y los políticos nacionales? Indefinida en algunos, vergonzante en otros. Por mucho menos el Poder Judicial Americano destituyó a Nixon. Solo hoy un conocido periodista afirma que Humala es susceptible de ser procesado por transgresión del artículo 118 de la Constitución. La suerte del trasgresor es que es “el presidente de todos los peruanos”.

La gran pregunta es si la población habrá aprendido a votar mejor en las próximas elecciones del  2016. El voto no obligatorio era mucho pedir a un congreso nacional de incapaces, salvo contadas excepciones. Igual se puede decir de la elección por tercios en el congreso. Ahora el poder electoral ha reconocido tardíamente su ineficacia y está promoviendo reformas urgentes. Todo este laberinto lo debemos a los pusilánimes y su enfermizo voto.

 
Jorge E. Uceda

Miraflores 19 Mayo 2015.

martes, 24 de febrero de 2015

EL PERÚ DEBE APOYAR A VENEZUELA

 EL PERÚ DEBE APOYAR A VENEZUELA

     El Perú no es el gobierno de turno. El Perú somos todos los que nacimos y habitamos en este país, en estos 1.28 millones de kilómetros cuadrados con su mar, costa, sierra y selva. El caluroso Febrero de 2015 y las cotidianas cortinas de humo que vivimos tienden a hacernos más distraídos los unos, más desinteresados los demás, hasta convertirnos en una mayoría pusilánime y confundida, como para ni siquiera reaccionar con el sufrimiento de nuestros hermanos venezolanos que, a diferencia de nosotros, sufren en carne propia crímenes de lesa humanidad y constante violación de sus derechos humanos por una satrapía cobarde y abusiva que está destrozando un país con la complicidad de la dictadura castrista.
     El domingo 14 de Abril de 2013 se consumó un gran fraude electoral en Venezuela y muchos peruanos tuvimos la vergüenza de ver al inquilino de palacio armar ese conciliábulo de naciones subdesarrolladas, llamado unasur, para validar la “elección” del ignorante heredero del desquiciado Chávez. Veintidós meses más tarde, se acabó la plata, el barril de petróleo se depreció a la mitad de su valor, la inflación está en 68%, la gente hace enormes colas para conseguir artículos de primera necesidad y la represión continúa salvaje y sin tregua. El líder Leopoldo López permanece un año en injusta y dolorosa prisión y ahora acaban de encarcelar al opositor alcalde de Caracas Antonio Ledezma. Una docena de “intentonas golpistas” han sido chilladas a los cuatro vientos por el cobarde de Maduro, algo que la heroína de la resistencia cubana Yoani Sánchez acaba de comparar con los “magnicidios” inventados por la dictadura de su país.
     La cobertura de la prensa internacional es extensa y detallada. Destaca un reciente artículo de Moisés Naím, economista y escritor venezolano. Localmente, algunos ex primeros ministros peruanos han enviado una carta a la Cruz Roja Internacional en defensa de los opositores injustamente encarcelados. Algunos artículos periodísticos han articulado sus protestas. Sin embargo, ya es hora que el Perú haga sentir la indignación que mayoritariamente tenemos sus ciudadanos. El Ejecutivo, comprometido con el chavismo por dineros que ahora tratan de lavar, permanece silente pero afortunadamente sus días están contados. Pero el Congreso ya no goza de  mayoría oficialista y ahora tiene la oportunidad de sacudir su inoperancia y emitir una declaración de condena a la represión antidemocrática y fratricida que sufre la mayoría de venezolanos. Para ello, naturalmente, se requiere que los  congresistas que se han caracterizado por su indefinición y tibieza intelectual, muestren que son capaces de superar sus inhibiciones e interpretar correctamente el sentir de la ciudadanía. No podemos esperar que la situación se torne más crítica de lo que está sufriendo el hermano país. Debemos actuar pro activamente y decirle al pueblo venezolano que nuestro país está con ellos. Ojalá la prensa se haga de esta causa. No se trata de promover “diálogos internacionales” o enviar mensajes aislados. Es hora de que hable el Perú a través de su Congreso Legislativo que, constitucionalmente, representa a su población.


Miraflores 24 de Febrero 2015

martes, 3 de febrero de 2015

ELECCIONES GENERALES OTRA VEZ


ELECCIONES GENERALES OTRA VEZ

Todo salió mal en 2011. Castañeda, Toledo y Kuczynski se auto-eliminaron y nos quedamos con Keiko y Ollanta. El candidato de Hugo Chávez, con petro-dólares y un mercenario brasileño, recibió increíblemente la vengativa adhesión de garantes que al final convencieron a nuestro indiferente e informal electorado. Así comenzó el desastroso declive de nuestro boom económico de las previas dos décadas. El pasado 2014, nuestro crecimiento solo fue 2.5%, el índice de pobreza apenas bajó 1%, las exportaciones cayeron 11% y la inversión privada se paralizó por las indecisiones y evidencias de corrupción de este mediocre gobierno. El admirador del dictador Velasco dejó pasar excelentes proyectos mineros y de infra-estructura, debido a su “antisistema mental”. Su chavismo lo evidenció en vergonzosas apariciones internacionales y hasta intentó vanamente su tristemente célebre “re-elección conyugal”.

En cuanto a la clase política, cabe señalar su debacle general, ausencia de líderes, pobre actuación congresal y el repudio mayoritario de la población. En general, el Perú sufre una seria crisis institucional. Los proyectos de reformas en nuestro país son presentados en forma incompleta y por demás improvisada, no por especialistas sino por grupúsculos de inexpertos. Una excepción son los esfuerzos educativos que, sin embargo, han dejado de lado la acreditación corporativa de las innumerables escuelas e institutos que diplomaron a más de 300,000 maestros. El gobierno y cierta prensa influyente creen que reformar la salud es hacer y equipar hospitales, olvidando un agresivo programa nacional de agua y saneamiento, atención primaria de la salud, reforma de la educación médica y el ejercicio profesional, así como el estudio financiero para lograr un verdadero  aseguramiento universal. El poder judicial y la policía siguen igual de corruptos y el resultado es la escandalosa inseguridad ciudadana que sigue en aumento, sin control.

Al desgobierno en que vivimos, se ha sumado una inquietante descomposición regional, como resultado de otra de nuestras muchas improvisaciones, la mal llamada y peor concebida descentralización de 2002. Durante este gobierno los Departamentos, ahora llamadas Regiones, recibieron presupuestos millonarios que en muchos casos se convirtieron en botines y corrupción. 19 de los 25 “caciques” regionales están procesados o investigados, dos en prisión. Las elecciones regionales y municipales de Octubre pasado trajeron algunos nombres ilustres (Ica) pero más de lo mismo en el resto (Cajamarca, Ancash, Madre de Dios, Pasco, Tumbes, Ayacucho y Loreto). Cada vez hay más voces autorizadas con duras críticas al proceso de descentralización.

No podemos soslayar el grave problema de nuestra 70% de informalidad laboral, con actividades de muy baja productividad y omisión del pago de impuestos. Según el Banco Mundial, esto se debe a: 1) malos servicios públicos, 2) marco normativo que agobia a las empresas formales y 3) débil capacidad de supervisión y ejecución del Estado. La fallida ley “Pulpin” es un ejemplo puntual de lo que es un gobierno improvisado. Este tipo de emprendimientos se forman y discuten con la debida antelación. Es hora que la ciudadanía entienda que el país no puede seguir cayendo en manos de aprendices. Desgraciadamente, luego de una elección, nunca faltan las “rabonas” que saltan al carromato para lucrar del poder y colocar a los advenedizos de siempre en un mundo ficticio y lisonjero.

Lo que más y más peruanos estamos ahora pensando es si nuestras inefables mayorías habrán aprendido la lección, si esta dolorosa realidad de ver a nuestra patria deteniendo su progreso producirá un amanecer cívico que los lleve a elegir políticos con probada capacidad intelectual.

En Abril 2013, este modesto blog pedía a los peruanos que despierten, recordándoles que la desunión de la clase política era similar a la de 1879, solo que esta vez el enemigo lo teníamos en casa, aquel que había hecho causa común con el fraude electoral venezolano. Abogábamos por un pacto nacional, buscando líderes que tiendan sus manos al pueblo, que es lo justo y necesario.

Exactamente un año después, el blog salía “Pensando en el 2016”, alertando a los compatriotas  que estábamos próximos a perder el tren de la historia, mientras las instituciones continuaban su marcha complaciente, muy criollas, informales, con sus características deficiencias en el capital humano. La competitividad y el civismo eran virtudes más bien foráneas y los políticos seguían muy ocupados con sus mezquinos intereses. Empero, la población ya mostraba su creciente desconfianza en el gobierno. Se conceptuaba que la búsqueda de líderes políticos era nuestra única esperanza, siempre y cuando se acompañasen de un equipo de expertos, sin cuyo concurso no habría despegue posible. Finalmente, se mencionaba el decisivo rol que le cabía a la juventud.

Ya en pleno 2015, vemos a la prensa inmersa en un enervante ruido político, gigante cortina de humo que ensombrece y confunde cuando, hoy más que nunca, los ciudadanos debemos abrazar un verdadero pensamiento proactivo para tomar las iniciativas que nos deparen las autoridades que verdaderamente merecemos. Lo que pensamos y hacemos ahora será determinante. Ninguna idea es buena si no va seguida del esfuerzo, del trabajo, de la disciplina y dedicación de los líderes. He ahí la clave. Aquí la prensa peruana debe asumir su responsabilidad histórica, llevando estos mensajes a los confines del país. No vamos a perder el tren. El poder electoral tiene que aplicar la ley y exigir una transparente rendición de cuentas y aportes, así como obtener información detallada de cada postulante, sin excepción. Si creen que es mucho trabajo, piensen en César Vallejo. Finalmente, es interés y obligación del Jurado Electoral la organización de debates políticos entre los candidatos a fin de que la población conozca los planes de gobierno de cada uno, pero no a la hora undécima sino con unos dos meses de anticipación. Si todos cumplimos con nuestras responsabilidades, no habrá la multitud de oportunistas mediocres y miserables que envilecen las aspiraciones de tanto peruano noble y trabajador.

Hay que dejar de aceptar al Perú informal, pensar que el indio sufre por explotadores, que no importa que se robe pero que se haga obra. El pensamiento reactivo no va más. Sin cultura cívica nunca seremos países de primer mundo. Hay que pensar que vamos a ganar, que algún día el cholo, el blanco, el rico y el pobre celebrarán alrededor de una mesa el despegue definitivo.  

 

Miraflores 3 de Febrero de 2015